Había una vez un perro que ladraba mucho y estaba atado, no dejaba dormir a la gente. Quería comer factura pero la panadería estaba cerrada
Entonces se le ocurrió que quería un huesito. El huesito estaba atado en el pilar de la casa blanca pero no lo pudo encontrar.
Ante esto solo queda reflexionar que como bien dice el dicho perro que ladra no muerde y se queda sin el pan y sin la torta, o mejor dicho, en este caso, perro que ladra no come y se queda sin facturas y sin hueso.
Entonces se le ocurrió que quería un huesito. El huesito estaba atado en el pilar de la casa blanca pero no lo pudo encontrar.
Ante esto solo queda reflexionar que como bien dice el dicho perro que ladra no muerde y se queda sin el pan y sin la torta, o mejor dicho, en este caso, perro que ladra no come y se queda sin facturas y sin hueso.